Día 1. Ciudad Vieja y Barrio Judío. La Ciudad Vieja (Staré Mesto) y el Barrio Judío (Josefov) de Praga son dos de los barrios más característicos de la ciudad. Es imposible entender una visita a la capital de la República Checa sin caminar por estos lugares.
Evidentemente cada uno debe comenzar la visita según el lugar en el que se encuentre su hotel. Un buen punto de partida puede ser el Museo Nacional, situado junto a la Plaza de San Wenceslao. Justo allí está la parada de metro de Muzeum. Se trata de un sitio bien comunicado con la red de transporte público.
Empezando el día 1 de visita
La plaza de San Wenceslao es uno de los centros comerciales más importantes de Praga. Merece la pena caminar por su bulevar y por las aceras laterales. Hay gran cantidad de tiendas en los edificios colindantes. Un poco más adelante, casi en el centro de la plaza, se puede girar a la derecha por Jindrisska. Allí está la Torre Jindrisska. Es una de las muchas torres que pueblan la ciudad de Praga, reminiscencias de su pasado medieval. Desde allí se baja por Senovazna para poder ver otra de las torres de la ciudad: la Torre de la Pólvora. Esta torre está situada junto a la Casa Municipal de Praga. Da acceso a la Ciudad Vieja a través de la calle Celetna. Es una calle de uso peatonal y llena de comercios de todo tipo a los lados que lleva hasta la Plaza de la Ciudad Vieja.
Sin lugar a dudas, esta Plaza es uno de los lugares más bonitos y representativos de Praga. Allí podemos encontrar algunos de los monumentos más famosos de la ciudad. Entre ellos cabe destacar la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, con sus dos impresionantes torres dominando la capital checa; o la torre del Viejo Ayuntamiento de Praga, en el que está situado, en una de sus paredes, el famoso reloj astronómico. Hay que tener presente que cuanto antes se llegue a la plaza menos gente habrá y más fácil será tomar fotografías del reloj; así como grabar en vídeo sus famosas campanadas. También merece la pena visitar la Iglesia de San Nicolás, situada al noroeste de la plaza.
Visitando la Ciudad Vieja
Después de dar una vuelta por la zona, se puede tomar la salida de la plaza por el suroeste y llegar hasta Jilska. En dirección sur alcanzamos Naprstkova, giramos a la derecha y desde allí nos encaminamos hasta la orilla del río Moldava. El objetivo es ver el Puente de Carlos IV y toda la zona del Castillo de Praga. Desde allí, a escasos metros hacia el norte, se encuentra el acceso que hay al Puente de Carlos IV desde la Ciudad Vieja. Es un acceso dominado por la Torre del Puente de la Ciudad Vieja, a la cual se puede acceder por una estrecha puerta que hay por el paso inferior.
Pagando el precio de la entrada es posible subir a pie y contemplar la ciudad desde otro punto de vista. La parte de arriba es bastante estrecha pero se obtienen unas vistas de 360ºC de toda la ciudad. La mayoría de las torres tienen un mirador en la parte superior. Esta torre está situada en una zona privilegiada pues se puede ver perfectamente: el Puente de Carlos IV; el resto de la Ciudad Vieja; Malá Strana; y el Castillo de Praga.
Puente de Carlos IV
Una vez abajo, se cruza el Puente de Carlos IV o Karluv most en checo, el puente más famoso de Praga y seguramente uno de los más famosos del mundo. Sus 515 metros de largo nos permiten observar grandes cantidades de gente así como diversas e impresionantes esculturas en los laterales. También hay puestos de venta ambulante, tanto de suvenirs como de pinturas. Muchos son los artistas que se colocan allí no solo para vender sus cuadros sino también para retratar a las personas que tienen interés en ello. Una vez en el otro lado del puente, observamos dos torres más, conocidas como las Torres de Lesser. Sin embargo, lo ideal es dejar eso para el segundo día porque esas torres marcan el comienzo de Malá Strana y ese barrio se visitaría el segundo día.
Caminando por Misenska se llega rápidamente al Jardín Vojanovy sady (Parque Vojan). Está delimitado por un muro y al mismo se accede por una pequeña puerta. Tras dar un pequeño paseo por el parque, se puede seguir avanzando en dirección al puente Manesuv. Antes es deseable parar en un pequeño jardín junto a la orilla del río Moldava y hacer algunas fotos del Puente de Carlos IV desde otra perspectiva. Cruzando el puente citado anteriormente se llega a una pequeña plaza presidida por el Rudolfinum. Es un edificio neorrenacentista con una sala de exposiciones y una gran sala de conciertos en su interior. En esa misma zona también se encuentran varias facultades pertenecientes a la universidad Carolina de Praga.
Terminando el día 1 de visita
Cuando estemos en Siroká habremos accedido al Barrio Judío propiamente dicho. A nuestra izquierda se encuentra el impresionante cementerio judío de Praga, uno de los símbolos de esta ciudad. Es posible acceder al mismo y verlo por dentro, como parte de la visita al Museo Judío de Praga. Continuando por Siroká se llega al cruce con Parizska, se gira a la izquierda y se puede contemplar la sinagoga Vieja-Nueva (Staronová). Es la más antigua de Europa central. Volviendo de nuevo a Siroká y continuando el camino hacia el este nos encontraremos con la sinagoga Española, la más moderna de la ciudad.
Una vez aquí, lo mejor que podemos hacer es caminar. Conoceremos rincones tanto del Barrio Judío como de la cercana Ciudad Vieja. Todo depende la hora del día que sea y de cómo esté cada uno de cansado. Existen 3 paradas de metro cerca del centro de Praga. También hay alguna parada de tranvía, así que volver al hotel será sencillo. Aquí terminaría el día 1 de la visita.