El Parque Letenské es uno de los más grandes y conocidos de Praga. Cuenta con una extensión de 25 hectáreas situadas en la colina de Letna, donde también podremos encontrar el famoso Metrónomo gigante. Está rodeado por antiguos palacetes que, con el tiempo, se han convertido en cafés, como el Pabellón Hanavský, de 1891. Tuvo un importante papel en la historia reciente de la República Checa. Fue allí donde se reunió la gente en la llamada ‘Revolución del Terciopelo’ (1991), dando así comienzo al fin del dominio soviético.
Este parque es famoso porque está lleno de puestos de una exquisita cerveza, pues para muchos la cerveza checa es considerada la mejor del mundo. Además, sale muy barata, al igual que la comida. Es posible disfrutar de un rato muy agradable mientras se come y se bebe. Otra de las cosas que se llama la atención de los visitantes es su carácter bohemio. Está lleno de cantantes, pintores y escritores.
Se puede llegar al mismo caminando desde el barrio judío. Tan solo habría que salvar el río Moldava a través del puente Cechuv y ascender las escaleras que llevan hasta el Metrónomo. También se puede llegar en tranvía, parando en Cechuv most (líneas 1, 8 , 12 y 17) o en Chotkovy sady ?(líneas 1, 8 , 18 y 20).